lunes, 26 de febrero de 2007

Contagiados de una calma inexistente

O al menos eso dicen sentir algunos lectores al otear este cuaderno. Pues debe ser que mi prosa, pese a estar algo influida por Perez-Reverte y sus artículos de XL Semanal, todavía es joven y sosegada.
Debo reconocer que no era algo esperado transmitir tan buena sensación cuando el abajo firmante tenía el ánimo algo alterado durante la primera docena de días.
En esas situaciones recomiendo recordar que cuando hay tormenta, sobre las nubes sigue estando el cielo radiante, solo hay que cobijarse y esperar.

Espero que ahora que empiezo a sentirme cómodo y tranquilo, la lectura de este blog no se torne aburrida, pero si ocurriera (y para cualquier otro menester) para eso están los comentarios.
Tampoco, queridos lectores, van a encontrar aquí sino el cuaderno de bitácora de tierra firme.
Para impresiones políticas políticamente incorrectas ya está "Esta boca es mía".

Aún así, espero que nadie se duerma...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Jur está bien ése blog que comentas... jajaja como que políticamente incorrectas?!

Tranquilo, sosegado no es sinónimo de desinteresante... no en mi diccionario, por lo menos...