martes, 27 de febrero de 2007

El pequeño Gran Ducado de Luxemburgo

Primera escapada desde mi llegada al Benelux, y un buen sabor de boca tras la misma (como el que deja un buen "Dominio de la Vega","Cerro Bercial" o "Pago de Tharsys").
Para alguien que, pese a sufrir los pésimos servicios de la Renfe, adora el romántico vaivén del ferrocarril, estas tierras son un paraíso. Tras coger un InterCity (hace paradas solo en ciudades medianamente grandes) me dirigí a Aarlon, último pueblo de Bélgica en dirección Luxemburgo, y tras hacer trasbordo en Bruselas, en 3 horas y media desde mi salida pisaba el Ducado. El silencio del tren y de las personas que compartíamos vagón me permitieron dar alguna que otra cabezada entre las miradas a un horizonte verde y húmedo, la lectura de la guía de viaje y alguna que otra anotación en mi libreta. De acuerdo, también alguna partidita con la videoconsola portátil. Y entrado el mediodía llegaba a mi destino, donde me aguardaba un paseo bajo una suave lluvia hasta el albergue donde pasaría la noche.

Nadie se hace idea de lo pequeña es una de las capitales de Europa. En apenas 6 horas se puede ver la ciudad por completo, incluido el tour en autobús turístico, que te lleva por las 3 partes en que se divide la misma: la zona antigua o centro histórico, la zona de la estación y, a las afueras, los edificios de la UE.
Famosa por albergar instituciones oficiales de la UE y por ser un paraíso fiscal, Luxemburgo es un lugar limpio y agradable pero que goza de un tiempo de lo más imprevisible (en 5 o 6 horas pasé en varias ocasiones de las necesarias gafas de sol al paraguas y la búsqueda de cobijo), para muestra, todas las fotos que mostraré están tomadas en la misma tarde.

Por la calle es fcil encontrar más postales de la familia real (ducal) que de la propia ciudad, y todos sus monumentos representan a antiguos miembros de esta casa. Y es también parada obligatoria la Casa Ducal, construida en estilo español (¡Vaya! Y yo que creía que el estilo español era construir algo untando al alcalde de turno para que te consiga el permiso pertinente ;)

Tras pasar la tarde entre caminatas, bus turístico, fotografías, miradas de escaparates con precios desorbitados y un buen café viendo llover, pensé haber errado al reservar el albergue en lugar de volver en el mismo día a Gent, pero todo acaba mostrando su lado positivo y mi aburrimiento tenía los minutos contados.


Ya en el albergue, pensando que no me quedaba nada por ver, conocí a Julián, de nacionalidad Argentina, y residente en Amberes, quién me animó a conocer la vida nocturna del Ducado y tras probar la típica cerveza del lugar y visitar los bares mas 'cool', regresábamos al albergue hacia la una.

A la mañana siguiente de nuevo tomé el tren dirección a Bélgica para comer en Bruselas dar por concluida esta primera excursión. La vuelta, de nuevo tranquila, entre recuerdos del viaje, ideas para este cuaderno y planes para mi próxima escapada.

Seguiremos informando.

lunes, 26 de febrero de 2007

Contagiados de una calma inexistente

O al menos eso dicen sentir algunos lectores al otear este cuaderno. Pues debe ser que mi prosa, pese a estar algo influida por Perez-Reverte y sus artículos de XL Semanal, todavía es joven y sosegada.
Debo reconocer que no era algo esperado transmitir tan buena sensación cuando el abajo firmante tenía el ánimo algo alterado durante la primera docena de días.
En esas situaciones recomiendo recordar que cuando hay tormenta, sobre las nubes sigue estando el cielo radiante, solo hay que cobijarse y esperar.

Espero que ahora que empiezo a sentirme cómodo y tranquilo, la lectura de este blog no se torne aburrida, pero si ocurriera (y para cualquier otro menester) para eso están los comentarios.
Tampoco, queridos lectores, van a encontrar aquí sino el cuaderno de bitácora de tierra firme.
Para impresiones políticas políticamente incorrectas ya está "Esta boca es mía".

Aún así, espero que nadie se duerma...

domingo, 18 de febrero de 2007

Largo domingo de paseo

Y es que no sabeís lo que se puede hacer con una cámara, una bicicleta, una mañana de domingo y una ciudad como Gent.
Seguramente ha sido el primer encuentro tranquilo entre el abajo firmante y esta tranquila ciudad, permitiendome captar la belleza que esconde entre sus canales, castillos medievales, abadias y casas.
Un buen amigo me dijo hace poco que "los días nublados inspiraban mejores ripios", pues a la fotografía tampoco le viene mal.


Un placer caminar por sus calles en una fría mañana y encontrar un mercado lleno de libros usados, nuevos, antigüedades, plantas, muebles, ropa e insignias bélicas, artesanía y gente, no demasiada, pero si suficiente. Junto a la abadía de Sint-Jacob cada domingo, por si alguien quiere pasarse.


Y si con esto no basta, a unos 10 minutos paseando con la tranquilidad que el paisaje exige, otro mercado, este de alimentos, donde encuentro un cartel que dice entre otros: Spanish coffee, y que resulta ser un carajillo de los de toda la vida.

Para acabar os ofrezco una vista aerea de la ciudad, no se aprecian muy bien los edificios, pero a un servidor le sirvió de mucho.

jueves, 15 de febrero de 2007

Mi nueva moto. Un momento... no tiene motor!!


Uno que se había prometido no darle al pedal de no ser por expresa necesidad, y miren ustedes donde me veo, creyendo que iba a Bélgica he caido en "bicicletalandia".
Y "como todo se pega menos la hermosura", pues sigo igual de feo (o guapo, allá cada cuál como me quiera mirar) pero ahora en bici.

Bueno... bien visto... podría haber sido peor ... ¡por lo menos sigo moviendome en dos ruedas!

martes, 13 de febrero de 2007

Jero y su habitacion



Queridos lectores:

Les tengo q presentar a quien me ha acogido en mis primeros días en Gent, bueno, exactamente van a ser mis dos primeras semanas. Después de estas, me mudaré (para descanso del aquí mentado) a una habitación en la residencia Vermeylen.
Si, si, ya se que a pesar de mi avanzada edad, 24 tacos de calendario no son ni remotamente suficientes para que te acepten en una, pero esta es algo distinta. Bastante cerca del centro de la ciudad, está situada justo en la zona de pubs, y por tanto, lugar de reunión Erasmus cada miercoles noche (aunque haya gente que mantega la tradición casi a diario).

lunes, 12 de febrero de 2007

Lost in translation

Bueno, el título de esta entrada resume mi llegada y primeros días en Gent.

Tras una dura despedida de la mujer que amo en el aeropuerto "internacional" de Valencia, las cosas no han ido mucho a mejor.
Un vuelo con algo de retraso y llegada a un país gris, húmedo y frío.
La primera noche, tras llegar al cuarto que estoy compartiendo con Jero (que me ha ofrecido "refugio político" hasta que normalice mi residencia aquí), salimos a cenar y pasear por la ciudad. Como tarde esto ocurrirá el 1 de Marzo, que me harán entrega de la llave de mi habitación en una residencia.

La primera semana la he pasado entre papeles, nuevo telefono movil, bicicleta, carnet de la Uni, búsqueda de piso (con la intención de evitarle a Jero más molestias de las estrictamente necesarias). Finalmente, voy a esperar hasta el 1 de marzo como 'okupa' y me iré a la residencia, que está centrica, es barata (la mitad que la mayoría de pisos) y tiene todo lo que necesito.

La verdad es que el mal tiempo algunos días de esta semana ha agravado la añoranza de mi tierra y gente. Pero bueno, en cuanto tenga la cabeza más ocupada y tranquila, con mi alojamiento resuelto y mi proyecto en marcha, supongo que mejorará.

La ciudad tiene su encanto, medieval hasta el punto de que un servidor pudiera creerse Diego Alatriste mientras se pasea por algunas de sus calles durante la medianoche, con la única iluminación de una par de farolillos, pero sucia, bastante sucia. Por lo demás, está bien, llena de gente en bicicleta, transporte oficial para todos, (para los altos, para los bajos, para las madres, para los abuelitos, ...) hasta el punto de haber visto una señora con un niño de unos 4 años en la típica sillita tras la madre, y un carrito (estilo sidecar) detrás de la bicicleta con un niño más pequeño en su interior.

La gastronomía, no nos engañemos, como en España.... (especialmente en casa de mamá, cada uno la suya, claro).

Los habitantes de Gent son bastante secos, distantes, pero muy educados (los conductores conducen bastante bien y respetan a peatones y ciclistas, no he oido pitar ni protestar a nadie).

Por otro lado, Gent está PLAGADO de Erasmus, principalmente polacos y en segundo lugar, españoles.

Algo que no quería olvidar, la cerveza!! Llevo tres distintas, siempre tras los pasos de Jero, mi nuevo maestro cervecero, y las tres eran excepcionales.

Espero que os gusten las imágenes que aquí os dejo, lo prometido es deuda.
Seguiremos informando...